viernes, 3 de diciembre de 2010

Invierno (III)

Purple Dream Scape by Gloria-Gypsy-Designs
La emoción inicial pasó con la misma fugacidad con la que había llegado. Al abandonar el departamento decidió tomar un tren y visitar la campiña. En el camino a la estación de tren paso al banco y cerró su cuenta de ahorros, no tenía una fortuna, pero sí lo suficiente para vivir cómodo un par de meses. En la estación compró un boleto para un pueblo lo suficiente lejos de la ciudad que yacía a las orillas de un lago, pero que a su vez estaba lo suficiente cerca de la ciudad como para no sentir que abandonaba la civilización.

De pie en el andén sonó su teléfono celular, él no se molestó en ver quien llamaba, se acercó a un vagabundo que tendía una copa de peltre a los transeúntes y depositó el teléfono en la taza. El vagabundo dijo: ¿Qué no va a contestar? Él le sonrió y le dijo: Conteste usted, ahora es su teléfono – y con una sonrisa agregó - Yo ya no existo.

En el tren, se sentó en la ventana, se propuso admirar el paisaje y tomar nota de la transición citadina a la campiña. Entre el sutil meneo del tren, el sonido de las ruedas girando sobre las vías y el sucesivo transcurso de edificios, la somnolencia le tomó completamente desprevenido. Un momento estaba observando el panorama citadino al que estaba acostumbrado y el siguiente el tren cruzaba un paisaje exótico. Como la ventana del tren se le ocurrió un grosero obstáculo que le impedía admirar el panorama, abrió la ventana y, siguiendo la lógica de los sueños, de ahí a trepar al techo del vagón se le ocurrió de lo más natural.

El tren ahora era un solo vagón, el suyo y tenía la sensación de que si se descuidaba, éste también iba a desaparecer. Las vías se extendían en línea recta hasta donde la vista podía observar en ambos sentidos de la pradera sobre la que estaban posadas. El oleaje de la hierba era apacible excepto por los lugares donde chocaba con peñascos que surgían de la tierra. Allí, la hierba chocaba con violencia sobre la piedra, intentando hacerla ceder, pero lo único que sucedía era que miles de semillas salían volando con el impacto y eran diseminadas por el viento.

Un movimiento llamó su atención. Detrás del tren, peces saltaban jugando en la estela que este dejaba en la hierba, intentaban alcanzar el tren. Han de tener hambre – pensó - ¿qué puedo darles de comer? Ah, ya sé. Acto seguido extendió su mano y arrojó un fino polvo a la hierba. Los peces se abalanzaron sobre las partículas y la devoraron gustosos. A lo mejor no son los mejores recuerdos, pero son sustanciosos. Tengan coman todo lo que puedan. Con cada puñado que se despojaba se sentía más liviano, así que comenzó a arrojar de sí cuanto tuvo a su alcance.

El tren redujo su velocidad, un movimiento apenas perceptible, pero que bastó para ahuyentar a los peces. Alrededor suyo comenzó a escucharse ruido, no podía ubicarlo y no pertenecía a nada que estuviera a su vista. Pasos, gente hablando, un bullicio que no iba de acuerdo con la escena que se desarrollaba a su alrededor. Giraba, buscando la fuente de todo aquello, las cosas no hacían sentido. Sólo pudo salir de su sueño cuando una mano le tomó por el hombro y se sacudió con gentileza. Él dio un brinco en su lugar y observó con expresión desorientada al empleado de la línea de ferrocarriles. Disculpe señor, ya hemos llegado y todos tienen que bajar del tren.

La gente tomó sus maletas y se marchó, otra tanta subió al tren que después de un rato también partió en sentido opuesto. Incluso el sol continuó en su caminó y se marchó. Ahora solo quedaban en el andén las estrellas, el viento de finales de otoño y él. Llevaba horas intentando recordar. Lo que fuera. Su nombre, que hacía allí o de dónde venía. Pero todo aquello estaba más allá de él. Lo único que encontraba dentro de sí, era tranquilidad y una extraña sensación de ligereza. Así que permaneció de pie en el andén hasta que le dio hambre, solo entonces se puso en movimiento.

2 comentarios:

  1. Perfecta tu descripción de la lógica ilógica de los sueños. Magnífico cuento. Uno de los mejores. :D te amo... Aunque por supuesto quisiera saber más de Muerto, pero esperaré paciente.

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  2. Me encantó.
    Me gusta ese nuevo punto desde donde escribes. Hay más profundidad, sabiduría y sobre todo magia.

    Felicidades :)

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